Carta especial, te echo de menos..

Quiero decirte, que te echo de menos.

Te echo de menos...echo de menos tus abrazos; tus caricias que me hacían dormir; tus dos besos; tu risa y la alegría que siempre llevabas encima; en fin, echo de menos lo que eres tú...
Quiero coger y tirarlo todo, volver al pasado y regresar a tus brazos. Para mi eras como mi segunda madre; siempre me cuidabas y preocupabas.
Recuerdo cada momento contigo y el maldito día que te tenías que ir de nuestro lado, para no sufrir más. Habías dejado un vacío en mi interior como si mi corazón se partiera en dos... Y es que me cuesta recordarte porque cada vez que lo hago siento un dolor inmenso en el pecho y me rompo a llorar, como una niña pequeña...
¿Lo qué más me encantaba de ti? Pues cuando era pequeña, tu pelo. Tu pelo largo, liso y negro. Lo quería tener exactamente igual que tú porque yo siempre me lo tenía que cortar. Siempre me decías:
-Tendrás que cuidártelo y peinártelo todos los días si quieres tenerlo igual.-Y me sacabas una gran sonrisa.
Recuerdo cada tarde de alegría que me daba cada vez que teníamos que ir a visitarte siendo en Málaga o en Fuengirola. ¿Te acuerdas cuando nos quedamos una semana en Fuengirola? Fue una semana divertida juntos a mis primos y primilla chica. Tú eras la que venía por las noches y veías que estaba fuera del colchón porque mi prima me empujaba y dijiste:
-Megan; ven, ven y duerme conmigo.-Acto seguido me diste unos clinex porque estaba un poco resfriadilla.
¿Sabes que con recordar un poco de esto me pongo mal, incluso cuando te imagino a mi lado? Porque ya no estás para vivir las cosas; siendo junto a mi o cualquier otra persona...
A veces no tengo ganas de hacer nada y tirarlo todo; pero otras veces quiero seguir luchando...
¿De qué sirve llorar si no puedo hacer nada para que vuelvas? Como me gustaría abrazarte una vez más, decirte te quiero y que eres la mejor tía del mundo...
Ojalá todo vuelva a la normalidad. Lo que me sienta más mal es ver a mi abuela llorar...me hace sentir como si me hubiera quedado en shock por dentro y se me cae el alma al suelo...
Pero ahora, en pocos momentos, descubro más cosas de ti gracias a ella, mi abuela. Me contaba cosas cuando eras pequeñas o algo para sentirme bien y decir que no está todo perdido, que hay que seguir adelante pero sin olvidar de las cosas más importantes.
Más me siento mal cuando recuerdo las últimas cosas...tu risa y sonrisa; tu último cumpleaños, tu último abrazo con fuerzas...
Dicen que la gente nunca muere cuando se olvidan de ellas...pues yo te recuerdo todos los días o por lo menos lo intento para un segundo, porque yo...¿Olvidarme de ti?, nunca y la palabra nunca es mucho tiempo... TE QUIERO!

Presentación.

The Last Song

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Bonita.

Hace unos días hicieron una encuesta a cien internautas para que votasen que tres fotos consideraban las más importantes de la historia. La primera escogida era una instantánea foto de la bomba atómica lanzada sobre Nagasaki. La segunda un hombre pisando por primera vez la luna. Pero la tercera fue la que más me gusto. Mostraba dos enamorados besándose mientras el mundo giraba a su alrededor. Me gusta saber que las tres fotos más importantes de la historia están dos enamorados...congelados en un beso interminable...refugiados contra el olvido. Quizás es eso lo que sentimos cuando vemos fotografías antiguas, que por ellas no pasa el tiempo...como esos mosquitos atrapados en ámbar durante millones de años. El mundo sigue adelante, pero ellas se quedan ahí atrapados para siempre sin cambiar. Como las fotos guardadas en una caja de zapatos... instantáneas de otro tiempo, que nunca volverán.
Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotografo de guerra, porque había elegido esa profesión. Él contesto que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaria cargar todo el rato con una cámara de fotos. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso. Quizás por eso nuestra vida se compone llenos de imagenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio, el rumbo de las cosas. De fotografias fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir.

Sin comentarios.

+Lo tenías loquito de amor por ti, se disfrazó de pollo, bailo en las calles, fue a un caso de policía y se creía que eran perdigones de sal...vamos una bala ni se dio cuenta como la segunda...pero ¿la tercera y la cuarta? Lo tenías a tus pies, loquito loquito...
-Jajaja un poco de respeto, que está aunque esté en coma nos oye y podría levantarse ahora mismo...
+¿Sabes lo qué yo querría qué oyese si yo estuviera en coma?
-...¿El qué?
+Tu risa...

Amores.

-A ver, tú lo que tienes que hacer es pegarle con la derecha y cubrirte la mandíbula con la izquierda y así no te dará...
+Si, si, tu dile que escoja arma. Anda que...
-Venga, no dramatices porque...todos nos han roto la boca por amor alguna vez.
+A pues será a ti...
-Pues si, supongo que si...será que siempre me fijo en la persona equivocada...

Improbables.

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad, ni medios para llegar a ser o suceder, y definen improbable como algo imberosímil, que no se funda una razón prudente. Puesto a escoger, me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y nos deja con un resquicio de esperanza . Que la vida de David de Goliat era improbable, pero sucedió. Un afro-americano habitando en La Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los barón rojos volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando el número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta...el amor, las relaciones, los sentimientos...no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino...de amores improbables. Porque improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase...es que puede pasar. Y mientras allá una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

Articulo~##

Leí en un artículo, que cuando nos reímos, movíamos 15 músculos a la vez, que no lo sentimos cuando los movemos, al igual que cuando gritamos movemos 13 músculos. Cuando vamos en bicicleta, 9 músculos, y al parecer, que cuando besamos a alguien, son los que más movemos, 34 músculos. El artículo no lo decía, pero existía muchas clases de besos. Besos de pasión. Besos de amistad. Besos que no dicen nada. Besos que lo dicen todo... y quizás por eso un beso signifiquen tantas cosas, porque después de darlo, no es necesario hablar, está dicho todo...